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Alfonso Ballesteros es el fundador de Crossbow, que se desarrolla en Asia.

Alfonso Ballesteros, consultor y fundador de Crossbow: «Las ‘start ups’ de Asia apuestan por la robotización y la inteligencia artificial»

Hace diecisiete años que el mallorquín Alfonso Ballesteros aterrizó en Hong Kong con una beca. Tras pasar por la Cámara de Comercio de España para China, sigue allí impulsando start ups tecnológicas como consultor a través de su firma Crossbow. En Connect’Up BABI formará a los participantes desde el punto de vista del emprendedor y revelará el papel de los business angels.

Connect'Up BABI

¿Qué hace un mallorquín en Hong Kong?
— Me fui por una beca del Instituto de Comercio Exterior (ICEX) y me encantó Hong Kong y Asia en general. No sabía que iba a estar tanto tiempo. Monté allí mi propia empresa, dedicada a la importación y exportación. Después me surgió la oportunidad de ser secretario general de la Cámara de Comercio de España en Hong Kong. Luego creé mi propia empresa de start ups para crecer en Asia. Estoy ayudándoles a crecer y soy mentor de programas en Corea, Taiwan, Japón y en el centro tecnológico de Hong Kong. En total tengo 17 años de experiencia en Asia.

¿Hay una gran diferencia entre las start ups de Asia y las europeas o españolas?
— Asia es un conjunto de países de desarrollo muy distinto pero tienen en común que la mayor parte de la población mundial está aquí, con China eIndia a la cabeza. Es un gran foco de atención y con un fuerte crecimiento en la región, aunque hay grandes diferencias en su desarrollo: no es lo mismo Japón que Myanmar. China tiene su propia manera de funcionar y vive un gran desarrollo de tecnología con superapps con muchísimas funcionalidades. Hong Kong forma parte del ecosistema occidental más que del chino por su apertura a Google y Facebook.

¿En qué campos se centran las start ups asiáticas?
— Hay un desarrollo bastante notable de las fintech (tecnología financiera) y una gran apuesta por la robotización y la inteligencia artificial. Van muy por delante de España y Mallorca. El software se está comiendo el mundo y estamos en la fase de la digitalización de absolutamente todo. La pandemia ha acelerado la tendencia de la gestión de proyectos en remoto y el comercio electrónico. Vamos hacia la web 3.0. y el metaverso.

¿En qué situación se halla el ecosistema de start ups de la Isla?
— Mallorca necesita el desarrollo de su propio ecosistema y por eso Connect’Up es tan importante. Para que un ecosistema sea muy eficiente en su crecimiento se necesitan start ups que pasen por diferentes ciclos. Y hay que pasar por los siguientes pasos: un emprendedor busca financiación, vende su empresa, se puede convertir a su vez en business angel y asesora a otras start ups. Cuantas más veces complete este ciclo, más riqueza de contactos tendrá para que la siguiente hornada de start ups nazca con las mejores condiciones posibles. Connect’Up es lo que pone en marcha todo este ecosistema en Mallorca y por eso es tan necesario este programa.

¿Qué hace falta para que la Isla despegue como ecosistema?
— Lo que hace falta siempre son ideas, capacidad, experiencia, financiación y un mercado. Conviene que los proyectos emprendedores tengan capacidad para pasar por varias rondas de financiación, ir creando capacidad para que las start ups pasen por diferentes fases de la manera más fluida posible. Y para ello hay que reforzar todas las partes del ecosistema emprendedor, hay que formar y visibilizar estas start ups y desarrollar business angels, que ayudarán a estos proyectos en momentos iniciales.

¿Por qué en los medios le llaman el McGyver de las start ups?
— Un periodista empezó a investigar los proyectos que había impulsado. La verdad es que tengo habilidad para resolver problemas. Cuando las start ups salen al extranjero, crecen en un mundo que no conocen. Mi trabajo consiste en ver venir los problemas y solucionarlos.