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Los participantes están inmersos en el programa formativo que Connec'Up pone a su disposición.

Oratoria, pieza clave del programa de formación de Connect’Up 2021

«La formación en oratoria es muy necesaria. No tenemos conciencia de nuestros errores y muletillas y creemos que lo hacemos bien, pero no es así. Como emprendedor no basta con tener una buena idea, hay que saberla comunicar correctamente y eso mismo es lo que estamos aprendiendo» Emilse Loizaga, representante del proyecto Jabones Panambi.

«Me pareció muy divertido y a la vez revelador. Al grabarnos en un monólogo espontáneo salieron todos los errores que cometemos y en base a ello Xesca Vidal nos explicó técnicas muy buenas para mejorarlo. Ahora ya sabemos identificar muchos errores o el significado de determinadas acciones tanto en nosotros mismos, como en los demás. Lo más importante es que ahora tenemos los métodos para poder mejorar, eso sí, practicando mucho» Joana Fiol, representante del proyecto Medifresco.

Estas son las declaraciones de algunos de los participantes de la categoría Connect’Up Start 2021 tras su primera sesión de oratoria. Y es que los ocho finalistas del concurso comenzaron el pasado miércoles con el programa de formación de la mano de la experta Xesca Vidal.

Vidal es la encargada de una de las áreas de aprendizaje más importantes del intenso programa formativo, que Connect'Up 2021 pone a disposición de los finalistas de la cuarta edición. La experta repite un año más como formadora en esta materia y su principal reto es instruir a todos los participantes en el «arte de la persuasión y seducción comunicativa».

CONNECTUP
Xesca Vidal, experta en oratoria, en plena formación.

Tras más de 25 años de experiencia, es una de las piezas indispensable del concurso de emprendeduría balear organizado por el Grup Serra y patrocinado por CaixaBank. El trabajo y la experiencia de Vidal queda más que demostrado cada año durante la final del concurso, momento en el que los participantes deben argumentar en tres minutos sus ideas de negocio ante el jurado.

Sin duda, se trata de un reto complejo donde uno de los representantes de cada proyecto, debe con su discurso ser claro, creíble y combatir los nervios para convencer al tribunal de que su idea de negocio es la que más brilla.